Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://aliviaigdn571701.bloggadores.com/37474391/qué-dijo-materazzi-del-cabezazo-de-zidane